viernes, 19 de enero de 2018

El tonto del pueblo


*Este personaje pertenece a las ampliaciones de Los hombres lobo de Castronegro, no se encuentra en la caja básica.

Descripción: el tonto del pueblo es un aldeano. Su habilidad especial consiste en que, si es linchado con el voto del pueblo, en lugar de morir da la vuelta a su carta para mostrar que es el tonto del pueblo y seguirá jugando como antes. A partir de este momento, el tonto del pueblo perderá su derecho a votar, pero puede seguir hablando tanto como desee, puede acusar, etc. Sigue siendo un aldeano en juego: debe cerrar los ojos por la noche y obedecer el resto de reglas (cuenta para determinar cuántos aldeanos siguen vivos o están encantados, etc.).
Hay que hacer notar que esta habilidad del tonto para sobrevivir un primer linchamiento no le hace inmune en absoluto a otros tipos de muerte, como pueden ser el tiro del cazador, la poción de la bruja, la muerte por suicidio al estar enamorado y, obviamente, la mordedura de los hombres lobo.

Reglas especiales y variantes:

- Las reglas oficiales no determinan si el tonto puede ser linchado una segunda vez por el pueblo ni qué sucedería en este caso. Podría ser interesante para el pueblo linchar al tonto si con eso se consigue un turno extra para otros personajes más importantes como la Vidente, la Bruja o el Anciano.
- Las reglas oficiales sugieren una variante más dura para el tonto: si el Anciano del pueblo es linchado y el tonto había sido revelado con anterioridad, el pueblo se replantea su decisión de indultarlo y lo ejecuta ahora. ¡¡Ouch, pobre tonto!! Las reglas tampoco aclaran qué sucede si el tonto es revelado después de linchar al anciano.

- Si el tonto del pueblo resultó ser el capitán una vez revelada su carta, el pueblo pierde la fe en el puesto y la Capitanía es descartada para el resto de la partida. Muy realista. Esta situación puede provocar incómodos empates que resultarían beneficiosos para los hombres lobo (en caso de dos empates sucesivos en las votaciones de un mismo día, no sé produce ningún linchamiento. Te recuerdo que linchar siempre es bueno para el pueblo, porque es casi su única herramienta para eliminar a los lobos y así ganar, con la excepción del cazador y la bruja).

Problemas para la jugabilidad que plantea el personaje:

Alguno que otro, sobre todo si el tonto aguanta hasta el final de la partida. Dado que el tonto es un aldeano, cuenta para ver si los lobos han ganado o no, pero como no tiene voto, esto puede provocar muchísimos empates inesperados en las votaciones, especialmente si el tonto era capitán y el puesto se pierde. Revisa las reglas, que indican que en caso de empatar se repite la votación, y si aún así se producen 2 empates sucesivos, se hace de noche y el pueblo se va a dormir sin linchamiento. Mi consejo es que, si juegas con el tonto, añadas alguna regla casera que modifique las reglas oficiales del Capitán (las reglas oficiales le dan dos votos y además el poder de desempatar durante toda la partida).


Cómo jugar con el Tonto del pueblo:

El tonto del pueblo es un personaje difícil de jugar. Se trata de un aldeano sin información privilegiada, pero que puede dar información al pueblo cuando es linchado, al desvelarse sin ningún género de duda que él es un aldeano. Desde este punto de vista, muchos jugadores intentan a toda costa ser linchados cuando juegan con el tonto. Sin embargo, la paradoja es que ser linchado como el tonto no es el movimiento óptimo para el pueblo: cuando se trata de linchar, queréis encontrar y linchar a un lobo, puesto que, en general, linchar es la única herramienta del pueblo para acabar con los lobos. En segundo lugar, que el tonto sea revelado es interesante para el pueblo, quien lo tacha de su lista de sospechosos, pero al mismo tiempo, éste pierde la herramienta que el pueblo tiene a su disposición para ganar: el uso del voto. Por lo tanto, que el tonto sea linchado hacia el final de la partida puede ser muy peligroso, puesto que el pueblo pierde un voto que podría resultar muy útil (cierto es que, de haber sido linchado realmente, el voto se habría perdido de todas formas, pero no debéis olvidar que el hecho de que el tonto siga vivo no significa que podáis contar con su voto).
En definitiva, buscar a toda costa y de forma activa ser linchado como el tonto no es una idea genial, porque estás malgastando ya de entrada una posibilidad de linchar a un lobo. Ser linchado como el tonto sólo puede ser útil cuando el pueblo está realmente muy perdido y no quiere correr el riesgo de linchar a otro personaje muy útil, como la Bruja o la Vidente. Un problema adicional surge si estás jugando con o sin faroleo: gritar "soy el tonto, linchadme a mí" puede ser una buena manera de convencer a la gente de que eres en realidad el tonto, pero en mi experiencia, esto puede conducir a la paradoja de que la gente responda: si eres un aldeano, entonces no te linchamos. Con lo cual un hombre lobo puede jugarse el farol definitivo de decir que es el tonto y así evitar ser linchado. Cuidado, porque la psicología del resto de jugadores cuenta mucho en este tipo de faroles o peticiones.
Todo lo cual nos lleva a otro problema: si el tonto no es linchado y muere devorado o por cualquier otra causa, entonces su poder se ve malgastado y no se diferencia de un Simple Aldeano. Por ello, el truco en jugar como tonto del pueblo consiste en cuándo y cómo conseguir que te linchen. Si el linchamiento se produce de forma casual, tanto mejor. Si el linchamiento se produce demasiado tarde en la partida, probablemente no le puedas sacar partido al tonto y el pueblo pierda de todas formas debido a la ausencia de voto del tonto. Así que, puestos a ser linchados, cuanto antes, mejor. Y si la partida está llegando al final, mejor evitar ser linchado para cazar a un lobo.
El tonto presenta otro dilema para los lobos: una vez revelado, ¿vale la pena devorarlo por la noche? Por una parte, comerse al tonto por la noche equivale a perder un turno para ganar, porque el tonto no puede votar y porque en ese turno los lobos podrían comerse a otro personaje más interesante, como la Vidente o el Salvador. Por otra parte, como lobo te interesa que no exista confianza en nadie en la mesa y un personaje como el tonto puede guiar al pueblo con toda confianza si está acertando...

La grandeza irónica del personaje del tonto consiste en que, cuanto más listo es el jugador que recibe el tonto, mejor es el personaje; pero cuanto más tonto es el jugador real, más peligroso es el tonto como personaje. Esto se debe a lo siguiente: muchos jugadores se preguntan para qué sirve tener vivo a un personaje que no puede votar, pues entonces no contribuye de forma efectiva al pueblo. Esto es un grave error, puesto que el hecho de que el tonto sea un aldeano garantizado implica que ahora todo el mundo puede confiar al 100% en la información que transmita el tonto. Así, un tonto que afirma que ha oído ruidos por la noche en tal dirección, es un jugador que está transmitiendo información valiosísima. De igual modo, a menudo un jugador que hace razonamientos complejos puede ser acusado de "intentar liarnos a todos con tu labia", pero si este jugador es el tonto revelado, está claro que sus líneas de razonamiento son sinceras y por tanto no existen segundas intenciones detrás de sus ataques o sus defensas. OJO al tonto enamorado, quien puede llegar a ser peligrosísimo si estáis jugando con Cupido, porque de pronto puede ser que el tonto esté mintiendo al defender a su enamorado. De todos modos, un tonto revelado que va acertando en sus razonamientos, es una baza formidable para el pueblo y un gran peligro para los lobos, quienes deberán devorarlo por la noche y así perder un turno. Por el contrario, un tonto que no dice más que tonterías y no acierta nunca, es un desastre, porque puede confundir a jugadores novatos y arrastrarlos en su error. Ignorad al tonto si no sabe jugar correctamente.

Como tonto, deberías evitar a toda costa que la capitanía caiga en tus manos: perderla es un gran inconveniente para el pueblo, aunque si lo quieres mirar por el lado bueno, al menos no va a parar a manos de un lobo.

En una nota más personal, añadiré que el tonto del pueblo es mi personaje favorito, en el sentido de que me encanta cuando me cae a mí: esto permite callar muchas bocas a aldeanos obsesionados con lincharte "porque hablas demasiado". Si eres linchado, sueles ser intocable hasta el resto de la partida. Asegúrate de que los lobos comprendan que devorarte por la noche implica para ellos perder un turno, y a partir del momento en que eres revelado, puedes llevar la voz cantante en la aldea sin miedo a las sospechas ni represalias. Un tonto que juega revelado y callado es un personaje inútil: tanto da que siguiera muerto, si no está ayudando al pueblo de forma activa. Si eres muy parlanchín y lógico, el tonto es tu personaje: ¡que no te devoren por la noche!


3 comentarios:

  1. Tu trabajo es estupendo, con esto realmente he disfrutado mas el juego, y hasta incluso gustarme mucho el personaje de aldeano que antes odiaba serlo

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  2. Gran trabajo, una guía extensa con todos los personajes y solamente con leerlo ya me dan ganas de jugarlo de nuevo. Mi juego favorito :) Gracias de nuevo!

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  3. ¡Pues gracias por los ánimos! Hoy he publicado otra entrada sobre el Capitán con variantes que espero que os gusten, a ver si saco más tiempo para hacer algún otro personaje.

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